No puedo negar que me entra la nostalgia, hace falta ser niña o tener niños para que la navidad sea especial, esa emoción por los regalos, por las ver a los primos que solo los veías en esas fechas y comer dulces sin limites, eso se acaba cuando se vuelve uno adulto, aunque ya no veo a los niños tan emocionados por la navidad como lo eramos nosotros. A veces creo que las tablets y los video juegos roban la energía de los niños y los hace más roboticos sin sentimientos como capitulo de serie de ciencia ficción de los sesentas.
Solo le pido una cosa a Santa este año que haga frío para ponerme mis botas y mi abrigo.
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